Carolina Olivares, Gran Buenos Aires, Argentina

Los suburbios
están sucios de zanja
de tetra y de paco.
Las paredes de cartón
se vuelan.
La quema está rodeádolos
y lo aprisionan las montañas
de las basuras paquetas.
Los hombres revuelven
restos de comida
y las mujeres cocinan.
Y las niñas se regalan
pensando que conquistan
una porción de vida.
Y lo pibes , se incendian
en las calles de los autos lindos.
El hospital se llenó de ratas,
se quedó sin camas.

Y no hay cacerolas, siquiera,
para armar una orquesta.
Las cacerolas suenan lejanas.
En otros barrios.